6.5 El ahorro de energía

La población mundial continúa aumentando (¡más de 7000 millones de personas!) y también mejora la calidad de vida. Para conseguirlo se necesita cada vez más energía: se estima que desde 1970 hasta hoy el consumo total de energía se ha triplicado.

También resulta muy relevante que el nivel de vida, directamente relacionado con el consumo energético, se reparte de forma muy desigual: en África está el 14 % de la población mundial, que consume el 3 % de la energía, mientras que en Europa, con el 11 % de la población, se consume el 27 % de la energía.


¿Cómo puedes ahorrar energía?


Evidentemente, debe haber leyes que favorezcan el ahorro de energía, y que son responsabilidad de los diferentes organismos que tienen competencias, tales como el Gobierno del país y de la Comunidad Autónoma, los Ayuntamientos, etc. Por ejemplo, los automóviles que consumen menos combustible y emiten menos gases pagan menos impuestos cuando se compran.

Pero ¿y tú en tu vida diaria? En primer lugar, debes conocer los diferentes tipos de energía que utilizas habitualmente, y después reflexionar sobre cómo puedes ahorrar energía cuando los estás usando.

1. Desplázate andando o en bicicleta, y comparte el automóvil o utiliza medios de transporte colectivos, que utilizan menos energía por unidad transportada.

2. Consume productos de alimentación que se produzcan cerca, porque así se ahorra energía en el transporte, además de favorecer la agricultura y ganadería de la zona.

3. Dúchate en lugar de bañarte, porque se ahorra agua caliente.

4. Controla la temperatura de la calefacción y del aire acondicionado en tu casa: es absurdo que tengas que estar en camiseta en invierno porque hace calor dentro de tu casa.

5. Emplea bombillas de bajo consumo, encendiéndolas solamente cuando las necesites, y procura no tener los aparatos en standby.

6. Recicla papel, vidrio, envases, etc. Piensa que obtener un kg de aluminio a partir de latas recicladas consume solamente un 10% de la energía necesaria para obtenerlo industrialmente a partir de la bauxita (mena del aluminio).

7. Cuando haya que sustituir electrodomésticos, debes estar muy atento a su etiqueta energética para elegir el que resulte más eficiente, porque además de ahorrar energía, su coste en la factura eléctrica será menor. Observa en la imagen la diferencia tan apreciable en el consumo según cuál sea la calificación energética final.

Icono IDevice Objetivos

El certificado de eficiencia energética


Es un documento oficial redactado por un técnico competente que incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble.

En este sentido, la certificación energética califica energéticamente un inmueble calculando el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética de un edificio en condiciones normales de ocupación y funcionamiento (incluye la producción de agua caliente, calefacción, iluminación, refrigeración y ventilación).

El proceso de certificación energética concluye con la emisión de un certificado de eficiencia energética y la asignación de una etiqueta energética. La escala de calificación energética es de siete letras y varía entre las letras A (edificio más eficiente energéticamente) y G (edificio menos eficiente energéticamente). La etiqueta energética expresa la calificación energética de un edificio otorgando una de estas letras.

Este certificado resulta obligatorio, salvo excepciones, para el propietario de cualquier parte individual de un edificio existente (viviendas, oficinas o locales) objeto de una operación de compraventa o de alquiler.