1.2 Estructuras electrónicas
El modelo de Bohr
Si te has fijado en el constructor de átomos, los electrones se mueven en órbitas alrededor del núcleo, pero no todos giran a la misma distancia del núcleo: hay diferentes órbitas, de forma que en la primera se pueden situar hasta 2 electrones, 8 en la segunda y en la tercera, 18 en la cuarta y la quinta y 32 en la sexta y en la séptima.
En realidad, las órbitas segunda y tercera están formadas a su vez por dos, con hasta 2 y 6 electrones, respectivamente; la cuarta y quinta, con hasta 18 electrones, por tres órbitas con 2, 6 y 10 electrones, y la sexta y la séptima, con hasta 32 electrones, por otras cuatro órbitas, con hasta 2, 6, 10 y 14 electrones.
Por esa razón, se suele hablar de capas, de primera a séptima, que contienen entre una y cuatro órbitas (subcapas) cada una.
Este es el fundamento del modelo de Bohr: la existencia de capas y subcapas en las que
se sitúan los electrones que hay en el átomo, comenzando por las de
menor energía, ya que llevan a la situación energéticamente más estable
para los átomos.
Por ejemplo, el sodio tiene 11 electrones, y su estructura electrónica la indicarás como:
Na: 2, 8, 1
Fíjate en que detallas el número de electrones en cada capa, separados por comas. En la imagen puedes ver la representación gráfica de esta estructura.
Si vuelves al simulador del constructor de átomos, podrás observar cómo se van llenando las capas y escribir directamente las estructuras electrónicas de los átomos.
Electrones y capas electrónicas
1ª: 2 electrones (2).
2ª y 3ª: 8 electrones (2 + 6).
4ª y 5ª: 18 electrones (2 + 6 + 10).
6ª y 7ª: 32 electrones (2 + 6 + 10 + 14).